La profunda renovación que está experimentando nuestro sistema educativo con
la promulgación de la reforma de las Enseñanzas Mínimas en Educación Secundaria
(aprobados los Decretos en diciembre de 2000), la Ley Orgánica de Universidades
(aprobada en diciembre de 2001), la Ley Orgánica de las Cualificaciones y de la
Formación Profesional (aprobada en junio de 2002) y la Ley de Calidad de la Educación
(aprobada en diciembre de 2002), como respuesta a las demandas sociales y culturales
de la actual coyuntura histórica, ha llevado a los maestros a asumir el magnífico reto de
introduc ir las TICs como elementos didácticos en todas las etapas educativas, incluida
la Educación Infantil.
A través de un recorrido por la oferta formativa de algunas Universidades y por
las principales investigaciones que en el territorio nacional se han llevado a cabo sobre
las actitudes del profesorado hacia la utilización didáctica de las TICs comprobaremos
cómo la situación del Maestro de Infantil ante las Nuevas Tecnologías reclama unas
sustantivas transformaciones en la formación inicial recibida, así como en los recursos
disponibles en los centros educativos.
EL MAESTRO Y LAS TECNOLOGÍAS.
A pesar del esfuerzo que se están llevando a cabo en todas las universidades
nacionales por dotar a los futuros docentes de la formación necesaria para asumir con
garantías este nuevo y provocador reto de la introducción de las Nuevas Tecnologías de
la Información y de la Comunicación en todos los niveles de la Educación reglada,
incluso la Educación Infantil, todavía es fácil encontrar una cierta reticencia, cuando no
activa resistencia, a la utilización didácticas de estas tecnologías.
Fundamentalmente se señalan dos actitudes encontradas y radicalizadas en la
relación maestro-tecnologías: la de los que ven con cierto recelo la utilización de la
Tecnología en la educación, sobre todo en los primeros años de la vida del niño, actitud parecida a la de la maestra de nuestra práctica 2; y la de
los defensores, a toda cosa, que subrayan y magnifican datos para justificar los aspectos
positivos que en ella encuentran, como, por ejemplo, mi caso.
Aunque no son muchas las investigaciones realizadas sobre la sensibilidad del
educador infantil ante la introducción del ordenador en las aulas, parece que abundan
los recelos respecto de su uso. Bartolomé (1999) cita un ejemplo de una profesora que
decía “poner un ordenador en manos de un niño de tres años es una barbaridad”. Se
pidió justificación de esta afirmación a la profesora y ésta no acertó a hacerla.
El uso del ordenador para un maestro/a de Educación Infantil no difiere en gran
medida del uso en otros niveles educativos. Las formas en la que podemos servirnos de
la informática las resume Sánchez y Vega (1997) en los siguientes puntos:
- Usar un procesador de textos para presentar documentos oficiales, mandar
notificaciones a los padres, etc
- Aprovechar algunos programas gráficos para la realización de fichas de trabajo
para los alumnos. Si combinamos un scánner, un programa de diseño con galería
de imágenes y una impresora, tenemos unos elementos eficaces y rápidos para la
realización de fichas.
- Podemos usar programas de música para oír en el ordenador.
- Elaborar nuestros propios programas con un lenguaje de autor, con algún
programa de presentaciones o con algún lenguaje de programación no
demasiado complejo.
- Usar bases de datos para manejar los datos de nuestros alumnos, etc
- Utilizar programas abiertos y modificables, en los que se nos brinde la
posibilidad de añadir actividades, cambiar el nivel de dificultad, etc.
Para finalizar pondremos de ejemplo una experiencia desarrollada por Gélinas y
Cliche (1987) de cómo pensamos que la tecnología debe llegar al aula de niños de
educación infantil. Para empezar hay que tener claro que la integración de un ordenador
no consiste solamente en localizar físicamente un aparato en la clase: es un proceso de
apropiación que tiende al dominio de la herramienta informática la cual viene en
continuidad con los métodos e instrumentos ya existentes en el medio educativo.
Las fases deberían ser las siguientes:
1) La implantación: designa el proceso de apropiación de la herramienta
informática por el enseñante. Este proceso comprende cuatro etapas:
- Desmitificación de esta nueva tecnología.
- Introducción del ordenador en el medio escolar
- Integración con las actividades de la clase
- Utilización continuada.
2) La integración: designa el proceso por el cual la enseñante introduce
progresivamente el ordenador en la vida y actividades de la clase; por este
proceso, el ordenador se convierte en una herramienta al servicio de la enseñante
y del niño completando de forma armoniosa los otros medios de aprendizaje y
vehículos del saber.
3) La intervención. Designa la interacción entre el maestro, uno o los varios
alumnos y el entorno. Este acto pedagógico reposa sobre el conocimiento de los
objetivos que ella quiera alcanzar individualmente o en grupo, en el curso de una
situación a menudo compleja de aprendizaje o de acción educativa.
De todas formas, os dejo aquí el enlace por si queréis leer el documento entero.
Un saludo
No hay comentarios:
Publicar un comentario